miércoles, 24 de septiembre de 2014

es el efecto de ciertas telas
que a veces parecen manos
las manos de una persona que
ya no te tocan
¿porque no quieren?
¿porque les duele?
¿porque son pelotudas?
porque el tiempo siempre advierte
sin decir nada
que las cosas
iban a ser como son.

domingo, 21 de septiembre de 2014

Alien I

me dijiste:
no sos de este planeta.

sos extraterrestre.
yo empecé a decirte

terrícola.

terrícola, vamos al parque
quiero revolcarme en
todos los pastos
de este planeta.

terrícola, mis palabras
favoritas
de tu idioma
son:

arrebato
rebalsar
arrasar
revolcarse
enredarse

y me dijiste:
¡vibrantes múltiples!

y después:

alienígena, mis palabras
favoritas de mi idioma
son:

fantástico
fruta
frula
efímero
fiordo.

y te dije:
¡fricativas!
y después
te ordené
por segunda vez
que me llevaras a recorrer
todos los pastos
de tu planeta.

nos dejamos arrasar por el sol

viniste a verme
el día de la primavera
no pasó nada más que
esto: nos dejamos pasar por el sol
los dedos, los tuyos, los míos, lejos
los cinco, los diez, los quince, los veinte
bien lejos, extendidos,
tomando distancia
como niños de colegio
privado.

privada
de vos
por un
no,

mejor no, porque
¿quién arregla el
desorden después?
nos dejamos arrasar por el sol
celeste arriba, verde abajo,
agujero de ozono
tu cara y mi cara como
dos
manzanas rojas.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Frío letal

en verano me alimento
a base de fruta y cerveza
me quedo en la ciudad
y salgo solamente
cuando se pone el sol.

vivo en cuartos oscuros
con conexión wi-fi
llamo a mis amigos,
que no están,
para contarles lo que me hubiera gustado hacer
si estuviesen acá.

martes, 17 de diciembre de 2013

Independiente

en general me levanto temprano
porque me da culpa levantarme después de las nueve.
a veces no tengo nada que hacer.
me preparo café o chocolatada,
decisión determinada
por el clima, las ganas, el peso
y la sensación de madurez.
me siento ante la computadora
y empiezo hacer todo lo que no tengo que hacer.

a veces sí tengo cosas que hacer.
cuando estoy cansada
por haber dormido mal
y forzarme a despertar temprano
me siento a trabajar en la cama
hasta que llego a la posición horizontal
y duermo una siesta
en la mitad de la mañana.

aprendí que el truco para vencer
el cansancio constante
es hacer siestas que oscilen
entre los veinte y los cuarenta minutos.

dos o tres por día, o cada vez que uno
esté cansado.

las mejores veces siempre son
cuando tengo cosas que hacer
y las hago bien, con eficiencia
y celeridad,
no en pijama, sino
vestida, con zapatillas, peinada, bañada
y a veces hasta maquillada.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Un pterodáctilo surcó el cielo

soñé que tenía caspa y vivía en una ciudad muy grande. en la ciudad muy grande todo estaba ordenado.
la población se dividía en castas. era todo más o menos previsible y ominoso.

en el centro de la ciudad no había nada. ir al centro era ir a un páramo.

los que leían, leían novelas de ciencia ficción o no leían nada.

al final del sueño yo llegaba al páramo buscando a un chico que me encantaba. él ni me miraba, además pertenecía a otra casta. entonces me ponía a buscar el centro del páramo. en un momento me pareció encontrarlo. me puse a dar vueltas en torno de mi propio cuerpo como un perrito que se busca la cola. quería recostarme y morir.

me recostaba. pero no me moría y entonces me daba cuenta de que no podía elegir cuándo me iba a morir por más que eligiera el lugar en el que me quería morir. me sentí tarada y dramática. ahí creo que me desperté. si este sueño fuera un invento hubiera agregado que, mientras estaba acostada esperando la muerte, un pterodáctilo surcó el cielo.

martes, 8 de octubre de 2013

Después de tanto arrebato

Entra lento, como si él tampoco quisiera irse, como si tampoco quisiera seguir girando alrededor de la tierra, como un tarado. El sol gusta de nosotros, sin entusiasmo, algo cansado, como cualquier astro con miles de millones de años encima, nos aprecia. Me paro, te miro. Quiero irme pero me gustaría querer quedarme. Él se queda, en realidad gusta tanto de vos, se te pega a la cara como si vos fueras de caramelo y él una lengua caliente. Con la baba de la lengua del sol en todo el cuerpo, volvés a dormirte, volvés a despeinarte, con la nana del vientito de octubre, como si hubiera habido un accidente y ahora te acunaran los brazos de una señora gorda, después de tanto arrebato.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Formicidae

Estuvo acá.

Vino,
le abrí la puerta,
yo pensé que quería jugar.

Vio
lo poco que había
y lo fue guardando
en bolsitas de la municipalidad,
verdes para lo más ligero,
negras para lo más pesado.

Venció
mi voluntad
como vence un palito de chupetín
ante la fuerza de la mano de un nene.

Recibí sus órdenes
frotando mis antenas contra las suyas.
En ese momento nos miramos los ojos.

No nos perdimos el uno en el otro. No había pupilas,
ni circunferencia blanca. ¿Me besó?
Fuimos deshaciéndonos al sol.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Un gatito a punto de morir

No era mucho lo que tenía para dar.
Igual me lo aceptaste:
veinte clavos oxidados,
algunos papelitos,
un disco rígido quemado,
frutas maduras de coto,
un serafín de peluche,
un gatito a punto de morir.

Un rato
te quedaste.

Miraste los clavos
bajo el filo incipiente
de la luz de junio.

Yo quería que te quedés,
que te quedarás un ratito
más, quedarate, te dije,

pero ahí empezó a resb
a refalar
como una herida de muerte,

de tragar tanto clavo,
tanto clavo oxidado.

Es que los días
los días abruman 
hasta embotar 
el cerebro más fuerte
el cuerpo más brillante.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Idas viernes, frutillas

Suele pasar: abrir la cartera
para tirar los restos de tabaco
que se escabullen
con papelitos, cositas,
y que con los restos caiga
alguna que otra cosa especial.

Restos de entradas y salidas
idas viernes, frutilla,
verde parque, negro cine,
auténticos restos de besos,
imaginarios, zarpados,
escenas hipotéticas, dos o tres,
cientos de pasajes. Una sola y
poder haber sido alguna vez.

Suele pasar;
a veces se comunica fuerte
una sensación de común bienestar
entre la gente,
caminando abajo del sol.
A veces no comunica nada,
unos restos apenas,
cosas chiquitas,
algunas pavadas.





viernes, 16 de agosto de 2013

Cintas amarillas

Tengo frío. Tuve frío todo el tiempo.
Te vi comprando naranjas cerca de casa.
Las agarrabas, las apretabas un poco,
las hacías girar sobre la mano.
Parecías un mago
o algo peor.

No me escondí atrás de ningún árbol para mirarte:
estaban podando todos los que había en la cuadra.

Haces de cintas amarillas
que marcaban el perímetro de la poda
se agitaban en el viento, locas, enfermas.
Si me acercaba, podía escuchar el viento
haciendo sonar el plástico,
un sonido de tarjetas, de supermercados
y transacciones, de madres y colegios.

Vos seguías, cansino, apretando las naranjas,
apenas, como si supieras,
como si alguna vez hubieras sabido,
distinguir una naranja rica de una fea.

martes, 13 de agosto de 2013

Obediente

Se me vierte todo por la ventana
-¿Puedo entrar?
Claro, hermoso, lindo,
cosita, cómo te quiero.

Me quiebra los ojos,
ay, lo miro,
¡no me viertas el cuerpo así!
Vení, vertí, no te vaaayas...
el sol de la mañana me lo sirve
como café desde la ventana.

Qué manera de morirse,
amarillo, celestito, te desparramás
por todos lados, te hacés bolita,
fregón, boquita de cereza.
Me decís cualquier cosa y yo, obediente;
como agua que se deja caer en el vaso.

viernes, 2 de agosto de 2013

Ninguna mácula

Salís a la calle
te encontrás:

los verdes, los suarezméison
los chicos ficus, los sub
marinos y algunos perros
desparramados desde balcones.

Siempre alegre: ninguna mácula
en tu sonrisa de septiembres veintiuno.
Algún vasco, algún negro lindo
algún espacio perdido por distracción.
Todo vuelve como reguero de pólvora
hacia una destacada posición gramatical.

Al fin llegás:
un alimento de colores,
unos alambres de púa.

Fuertes te sostienen:
ninguna mácula,
algún porotito.





miércoles, 1 de agosto de 2012

dientes de carne

todavía no llegás. yo puse el agua porque te estaba esperando. el agua se calentó y ahora se volvió a enfriar. mientras vuelvo a tratar de esperarte me miro las uñas, siempre tan feas. y más con esta luz de día nublado que hace que todo parezca más feo. menos vos. te imagino llegando, tranquilo, descansado, con el pelo mecánicamente revuelto, la piel como una goma suaave y profundamente esponjosa. te sacás el abrigo, lo dejás en la silla y me preguntás cómo estoy. querés un té, te pregunto. sí, con leche, me respondés. y tus dedos mecánicamente masticables, de un material fuerte color leche tibia, las puntas apenas frías, el centro de la palma caliente y apenas húmedo. te sentás y yo voy directo a las rodillas, upa, upa, upa. te quiero morder los dedos como si fueran masitas bañadas en chocolate, rellenas de dulce de leche. sí, la estructura firme de la cobertura que sin embargo cede con facilidad a la presión los dientes de carne. ¿eso existe? cuando era chica pensaba que después de los dientes de leche venían los de carne. lo googleo, pero lo primero que sale es "restos de carne entre los dientes". se va la lechosidad del día entonces, aparece la primera luz de la noche, el agua ya totalmente fría, la carne totalmente cruda, pero las uñas ya no se ven tan mal bajo la luz de bajo consumo.

viernes, 27 de julio de 2012

de a sorbos

sostengo la taza de té entre las manos
como si fuera una cara
tomo el líquido de a sorbos
y no puedo acordarme

de cómo era
tener una cara entre las manos
sorberla como un líquido
y acordarse

del principio de las cosas
cuando una aprende
a sostener caras entre las manos
sorberlas como un líquido

y acordarse
de la definición
de las palabras
cara, sorber y líquido

de cara a cara
beber aspirando
atraer hacia adentro
un poco de piel

de una cara como un líquido
un cuerpo hecho de moléculas
poco cohesionadas
adaptable a la forma
que lo contiene

parte anterior
de la cabeza humana
adaptable a la forma
de la boca

que la bebe aspirando
que la atrae hacia adentro
que le da la forma de su forma
de cabeza humana
donde no cabe más recuerdo
que el líquido que sorbe.

lunes, 16 de julio de 2012

Noche granada

El día de la noche granada
estábamos en una selva imprecisa.
Me pisabas los pies,
yo me daba vuelta, me reía.
Me reía: atrás atrás. 

El día de la noche granada
nos desvelamos temprano
el sol venía de allá atrás,
los árboles eran una madera
con cositas verdes que jugaban con la luz 
se tocaban, verdes, se babeaban con la luz. 

El día de la noche granada
nos metimos en un lugar oscuro,
éramos un círculo
y nos babeábamos 
se tocaban, verdes, atrás, atrás
de la oscura selva imprecisa.

Mi corazón era una selva granada
el día de la noche imprecisa.
Verde, se babeaba,
se daba vuelta, me reía.

Atrás atrás de la noche del día
de la imprecisa selva,
granada del círculo de baba
de las verdes allá atrás de la
luz años y verde luz de años
de miles de la noche granada.