miércoles, 1 de agosto de 2012

dientes de carne

todavía no llegás. yo puse el agua porque te estaba esperando. el agua se calentó y ahora se volvió a enfriar. mientras vuelvo a tratar de esperarte me miro las uñas, siempre tan feas. y más con esta luz de día nublado que hace que todo parezca más feo. menos vos. te imagino llegando, tranquilo, descansado, con el pelo mecánicamente revuelto, la piel como una goma suaave y profundamente esponjosa. te sacás el abrigo, lo dejás en la silla y me preguntás cómo estoy. querés un té, te pregunto. sí, con leche, me respondés. y tus dedos mecánicamente masticables, de un material fuerte color leche tibia, las puntas apenas frías, el centro de la palma caliente y apenas húmedo. te sentás y yo voy directo a las rodillas, upa, upa, upa. te quiero morder los dedos como si fueran masitas bañadas en chocolate, rellenas de dulce de leche. sí, la estructura firme de la cobertura que sin embargo cede con facilidad a la presión los dientes de carne. ¿eso existe? cuando era chica pensaba que después de los dientes de leche venían los de carne. lo googleo, pero lo primero que sale es "restos de carne entre los dientes". se va la lechosidad del día entonces, aparece la primera luz de la noche, el agua ya totalmente fría, la carne totalmente cruda, pero las uñas ya no se ven tan mal bajo la luz de bajo consumo.

viernes, 27 de julio de 2012

de a sorbos

sostengo la taza de té entre las manos
como si fuera una cara
tomo el líquido de a sorbos
y no puedo acordarme

de cómo era
tener una cara entre las manos
sorberla como un líquido
y acordarse

del principio de las cosas
cuando una aprende
a sostener caras entre las manos
sorberlas como un líquido

y acordarse
de la definición
de las palabras
cara, sorber y líquido

de cara a cara
beber aspirando
atraer hacia adentro
un poco de piel

de una cara como un líquido
un cuerpo hecho de moléculas
poco cohesionadas
adaptable a la forma
que lo contiene

parte anterior
de la cabeza humana
adaptable a la forma
de la boca

que la bebe aspirando
que la atrae hacia adentro
que le da la forma de su forma
de cabeza humana
donde no cabe más recuerdo
que el líquido que sorbe.

lunes, 16 de julio de 2012

Noche granada

El día de la noche granada
estábamos en una selva imprecisa.
Me pisabas los pies,
yo me daba vuelta, me reía.
Me reía: atrás atrás. 

El día de la noche granada
nos desvelamos temprano
el sol venía de allá atrás,
los árboles eran una madera
con cositas verdes que jugaban con la luz 
se tocaban, verdes, se babeaban con la luz. 

El día de la noche granada
nos metimos en un lugar oscuro,
éramos un círculo
y nos babeábamos 
se tocaban, verdes, atrás, atrás
de la oscura selva imprecisa.

Mi corazón era una selva granada
el día de la noche imprecisa.
Verde, se babeaba,
se daba vuelta, me reía.

Atrás atrás de la noche del día
de la imprecisa selva,
granada del círculo de baba
de las verdes allá atrás de la
luz años y verde luz de años
de miles de la noche granada.